PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LA ENFERMEDAD POR EL VIRUS ZIKA

El virus Zika se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. La enfermedad produce, por lo general, una sintomatología leve que puede pasar desapercibida o diagnosticarse erróneamente como Dengue, Chikungunya u otras patologías virales. Los síntomas se inician entre tres y doce días después de la picadura de un mosquito infectado e incluyen principalmente febrícula, erupción cutánea, dolores articulares y musculares, dolor de cabeza o cansancio. Estos síntomas suelen durar entre 2 y 7 días y por lo general se resuelven sin secuelas.

El virus Zika fue descubierto por primera vez en 1947 en el bosque Zika, Uganda, durante estudios de vigilancia de fiebre amarilla selvática en monos Rhesus. Desde su descubrimiento, numerosos estudios han confirmado la circulación del virus en varios países africanos (Nigeria, Sierra Leona, Costa de Marfil, Camerún y Senegal) y asiáticos (Paquistán, Indonesia, Filipinas, Malasia, Camboya y Tailandia). Hasta el año 2007 sólo se habían documentado 14 casos humanos en todo el mundo. El brote registrado ese año en la Isla de Yap (Micronesia) fue el primer brote por virus Zika fuera de África y Asia. Entre 2013 y 2014 tuvo lugar otro brote en la Polinesia Francesa que se extendió a Nueva Caledonia, detectándose casos también en las islas Cook, las Islas Salomón, Samoa, Vanuatu y la Isla de Pascua (Chile). En mayo de 2015 se confirmó la transmisión autóctona del virus Zika en Brasil. Actualmente se ha extendido la transmisión en la mayoría de los países de la región de las Américas.

El virus Zika se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes: Ae. aegypti, presente en zonas tropicales y subtropicales de Américas y África, Ae. albopictus, comúnmente denominado mosquito tigre, presente en áreas más templadas y Ae. polynesiensis o Ae. hensilli, presentes en el Pacífico.

En España, uno de los vectores competentes, Ae. albopictus, está ampliamente extendido por la costa del Mediterráneo, desde Cataluña hasta Andalucía, incluyendo la Comunitat Valenciana,  además de en las Islas Baleares y las provincia de Guipúzcoa y Huesca. El periodo de actividad del mosquito es sobre todo entre mayo a octubre y pica principalmente durante el día y preferentemente fuera de las viviendas. Suele criar en zonas urbanas y periurbanas, tanto en hábitats naturales como artificiales con acúmulos de agua por pequeños que estos sean (recipientes, canalones, troncos huecos o platos de macetas).

Los mosquitos se infectan cuando se alimentan con sangre de una persona infectada por el virus. Si un mosquito infectado pica a una persona susceptible, ésta puede resultar infectada.

Un caso importado es una persona que se contagia fuera de España y que viaja a nuestro país donde es diagnosticado. La importancia de los casos importados virémicos radica en que pueden dar lugar a transmisión autóctona del virus en las zonas donde está presente el mosquito vector de la enfermedad.

En España todos los casos notificados hasta el momento son importados.

Una transmisión autóctona implica que las poblaciones de mosquitos presentes en un área determinada están infectadas con el virus y lo transmiten a las personas susceptibles a las que pican. Los primeros casos de transmisión autóctona están asociados a un caso importado. Cuando se habla de transmisión autóctona los enfermos no tienen antecedentes de viajes a áreas donde está presente la enfermedad.

En Europa no hay transmisión autóctona del virus Zika hasta la fecha.

Hasta un 75% de los que se infectan con el virus Zika podrían no desarrollar ningún síntoma de la enfermedad, por lo que ésta puede pasar inadvertida. La mayoría de los que se ponen enfermos presentan síntomas leves y se recuperan sin secuelas.

Sin embargo, durante el brote de enfermedad por virus Zika ocurrido en la Polinesia Francesa en 2013 y el reciente brote de Brasil se ha observado un incremento en el número de casos con síndromes o enfermedades neurológicas (por ejemplo síndrome de Guillain-Barré) que podrían estar relacionadas con la infección previa por este virus. También se ha detectado un incremento de malformaciones neurológicas en recién nacidos y en particular de microcefalia (perímetro craneal al nacimiento menor de lo normal) que se ha asociado a una infección de la madre por virus Zika durante el embarazo. La asociación de la infección por virus Zika y estas complicaciones se encuentra aún en estudio.

No existe hasta la fecha tratamiento específico ni vacuna para tratar y prevenir la infección de este virus.

Al margen de los casos importados que se puedan identificar en nuestro país, el riesgo depende fundamentalmente de la presencia del mosquito Ae. albopictus que puede transmitir  el virus Zika y de que éste se infecte a partir de esos casos importados.

El riesgo de transmisión autóctona se centra en las zonas geográficas donde el vector está presente y fundamentalmente durante los meses de verano, periodo de mayor actividad vectorial y en el que además de tener un mayor número de viajeros procedentes de países con circulación del virus también visitan estas zonas muchos residentes en España.

Las embarazadas tienen el mismo riesgo que el resto de la población de infectarse con el virus Zika.  Muchas de ellas no desarrollarán los síntomas.

Se está investigando cuál es el efecto que este virus podría tener sobre los fetos. De acuerdo al análisis preliminar de la investigación realizada por las autoridades de Brasil, parece que existe mayor riesgo de aparición de microcefalias y malformaciones cuando la infección se produce durante el primer trimestre del embarazo. Las autoridades de salud, con el apoyo de Organización Mundial de la Salud y de otras agencias, están realizando varias investigaciones que esperan esclarecer la causa, los factores de riesgo, y las consecuencias.

La información respecto a la transmisión de la madre al bebé durante el embarazo o al momento del parto, es muy limitada. En estos momentos se están realizando estudios sobre la posible transmisión del virus de la madre al bebé y sus posibles efectos sobre el bebé.

Independientemente de los antecedentes, se recuerda que las embarazadas deben de seguir los controles de embarazo establecidos en el programa.

Las principales medidas de prevención se dirigen a evitar el contacto con el vector (mosquitos) reduciendo la probabilidad de recibir picaduras. Medidas para evitar la picadura en zonas con presencia del mosquito:

  • Utilizar pantalones largos y camisas de manga larga, calcetines y zapatos cerrados, cubriendo la mayor superficie cutánea
  • Utilizar repelentes de mosquitos como DEET, picaridina, o IR3535 solo en la piel expuesta y/o ropa, siguiendo las indicaciones del fabricante. No utilizar repelentes por debajo de la ropa
  • Utilizar mosquiteras para cubrir las cunas y los carritos de los bebés
  • Cuando sea posible, utilizar aire acondicionado a un nivel bajo durante la noche, ya que los mosquitos tienden a evitar climas frescos. Instalar o reparar las redes de malla fina en las ventanas para evitar la entrada de mosquitos

Las mujeres embarazadas y personas con enfermedades inmunes o crónicas que vayan a viajar a países donde se transmite esta enfermedad deben consultar a su médico antes de realizar el viaje para recibir recomendaciones específicas sobre el uso de repelentes y otras medidas de prevención de picaduras. Se dispone de toda la información y las medidas preventivas a implementar por los viajeros en relación a este evento de salud pública, en los Centros de Vacunación Internacional. Más información.

Los viajeros que retornan de áreas afectadas con sospecha de haber sido infectados por virus Zika tras la estancia en las zonas de transmisión activa del virus, si han experimentado los síntomas mencionados hasta tres semanas después de la llegada deben buscar atención médica inmediata e informar de su reciente viaje. Asimismo, deben evitar ser picados por mosquitos, usando repelentes y otras medidas para reducir la posibilidad de transmisión del virus a otras personas.